HE SUBIDO A LA MONTAÑA

Asido de piedras y ramas,

luciendo valentía y coraje,

dejaste atrás todo bagaje,

o lo superaste con ganas.

He subido a la montaña contigo,

recordando aquel momento,

cuando me sentía abatido;

entre rocas, espinas y el viento.

Cuantas veces caminé

por ese lugar inhóspito,

jamás y nunca pensé;

escribir algún acróstico.

Me acompañaste muy contento

y no sabías qué sería,

si retrocederíamos el tiempo

o lo que haríamos ése día.

Y que pudieras comprender

que hay metas alcanzables

aún cuando no puedas ver

siempre... las posibilidades.

Realmente me sorprendiste,

cuando yo más no podía,

y no alcanzábamos todavía

llegar a aquella cima.

Trepaste con fuerza férrea,

el empinado camino

que nos improvisó el destino,

para probar tu valor.

Es de pocos el empuje

que tenías al escalar,

por la montaña que ruge

sin dejarse conquistar.

MAKARIO